Productos Locales

Por Daniel López Velarde

La Secretaría de Relaciones Exteriores dio a conocer recientemente que China ha autorizado la exportación de carne de puerco a su país, lo cual es un gran paso para la economía de nuestro país.

Sin embargo, me surgió la duda de qué método de transporte es el más eficiente para transportar toneladas de alimentos mexicanos a China, y cuál es el menos contaminante.

Y fue mientras realizaba una pequeña investigación al respecto cuando descubrí alternativas sencillas y ecológicas que también tienen contribuciones a la economía mexicana.

Tal vez la idea no beneficie los tratados de libre comercio y vaya en contra de la globalización, no obstante es otra manera de realizar comercio justo y más amigable con el medio ambiente que se realizaba desde tiempos muy antiguos y a la fecha se sigue realizando pero ya no de una manera adecuada a la situación actual del país. Se trata de los productos locales.

Como lo indica la Revista del Consumidor, comprar productos locales es benéfico para el medio ambiente, ya que utilizarán menos energía para su transporte desde su lugar de siembra y cosecha hasta nuestros hogares; por otro lado, elegir alimentos frescos o de temporada para nuestra alimentación nos permite tener ahorros económicos y benéficos para el medio ambiente, ya que la comida congelada consume 10 veces más energía que la fresca para su conservación.

De acuerdo con el Inventario Nacional de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero, publicado en Septiembre del 2006 por el Instituto Nacional de Ecología en México, el sector de transporte ocupa el 18% del total de emisiones de los gases de efectos invernadero que propician el calentamiento global. El transporte de alimentos ya sea vía aérea, marítima o por carretera, está incluido dentro de las actividades de esta categoría, de manera que al consumir productos provenientes de comunidades lejanas, contribuimos activamente a la generación continúa de estos gases.

Para remediar este problema, una medida que se está promoviendo es la compra o el trueque de productos locales, la cual es una alternativa viable y ecológica que permite la reducción de nuestra huella de carbono ya que evitamos los traslados largos e innecesarios de mercancías, al mismo tiempo que favorecemos la agricultura local.

Para Estados Unidos y Canadá existe una página que promueve la compra de estos productos llamada Buy Local, la cual funge como un buscador en línea de establecimientos por ciudad donde se puede adquirir comida como frutas y verduras cosechadas en algún lugar cercano a su comunidad. Esto trae un beneficio social y económico ya que se apoya el trabajo de campesinos mientras que se fortalece la economía local por medio del sector agrícola.

Ejemplos de estas iniciativas en nuestro país, se dan en la Ciudad de México por parte del gobierno de la entidad y asociaciones civiles. El Mercado el 100,  la cual es una Asociación Civil sin fines de lucro que tiene como función organizar un mercado de alimentos en las calles de la ciudad, donde los capitalinos encuentran una alternativa para la compra de alimentos frescos locales a un precio racional, ya que los productores de alimentos que se encuentran ofreciendo sus productos se encuentran máximo a 100 millas a la redonda del D.F., por lo que se apoya el comercio justo y el desarrollo sustentable de la región.

Y finalmente, otra opción para los habitantes del D.F. se encuentra en el Mercado de Trueque de residuos sólidos organizado en el bosque de Chapultepec por el gobierno del Distrito Federal, donde se realiza un intercambio de residuos reciclables por productos agrícolas producidos en la ciudad, de tal manera que se fomenta la productividad de las tierras agrícolas que se encuentran ubicadas al sur de la ciudad y contribuimos a la disminución de la huella de carbono.

¿En coche, en autobús, o a pie?

Según especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social, existe un nuevo problema de salud pública del cual todos podemos ser presa fácil, y no estoy hablando de un nuevo virus de la influenza, estoy hablando de los “Workilometers”. ¿Cómo saber si padezco este problema? Es sencillo, si manejas más de 3 horas de ida y vuelta de tu casa a tu trabajo, eres un “Workilometer” y eres propenso a desencadenar enfermedades con síntomas físicos.

Uno de los mayores problemas que tienen las grandes ciudades del mundo es la congestión vehicular que se presenta diariamente en las principales calles y avenidas de las metrópolis. Los impactos no sólo son de tipo social, sino que abarcan también cuestiones económicas y ambientales.

De acuerdo a datos publicados en El Universal en línea, expertos señalan que el estrés adquirido al transportarse de un lugar a otro tiene impactos sobre la productividad de las personas, representando pérdidas de alrededor de 1.95% del PIB del país, por lo que una persona que maneja alrededor de tres a cuatro horas al día presenta un mayor riesgo de presentar baja productividad laboral,

Este tiempo mal invertido en transportarse de un lugar a otro también reduce la calidad de vida de las personas al disminuir el tiempo libre que podrían utilizar para realizar actividades de recreación o inclusive para dormir, al mismo tiempo que presenta un impacto ambiental asociado a la quema de hidrocarburos que los automóviles utilizan para funcionar.

Un estudio realizado por IBM sobre las 20 ciudades con más tráfico del mundo, revela que la Ciudad de México es la metrópolis peor calificada por sus residentes. Algunos de los aspectos y puntos de vista evaluados fueron los tiempos de traslado de un lugar a otro, el tiempo perdido a causa del tráfico, así como la percepción sobre el aumento o disminución de tráfico vehicular en la ciudad, entre otras cosas. El estudio cataloga a cada ciudad de acuerdo a la cuota emocional y económica que representa para los automovilistas.

Las preguntas aquí serían, ¿qué están haciendo los gobiernos estatales y municipales para mejorar la movilidad de los habitantes de estas ciudades?, ¿y qué estamos haciendo nosotros, los ciudadanos, para mejorar nuestra calidad de vida y disminuir el impacto ambiental de nuestro transporte?

Para contrarrestar las emisiones de fuentes vehiculares, en el Distrito Federal se lanzó el Plan Verde que contiene las estrategias y acciones para encaminar a la Ciudad de México hacia la sustentabilidad de su desarrollo, permitiendo que continúe siendo un espacio adecuado para sus habitantes, sin comprometer el patrimonio natural que la hace viable.

Este plan tiene como uno de sus ejes temáticos, la movilidad de la Ciudad de México, cuyo objetivo es recuperar las vialidades para promover un transporte colectivo eficiente, menos contaminante y de calidad, al mismo tiempo que fomenta el traslado mediante el uso de sistemas no motorizados en los capitalinos.

Esto último se ha logrado mediante la implementación del programa Ecobici, el cual se implementó en algunas colonias del centro de la capital para que los usuarios pudieran utilizar bicicletas para transportarse de un punto a otro de la ciudad; el proyecto ya se encuentra en su segundo año y se espera crezca este año en un 300 por ciento, al ampliar su cobertura a las colonias Polanco, Anzures y San Rafael.

Dentro del punto de transporte colectivo eficiente, se encuentran el Sistema de Metrobús, que lleva cuatro corredores establecidos y espera iniciar la construcción de la quinta línea para finales del 2012, la línea 12 del metro que conecta a Mixcoac con Tláhuac, y la remodelación de la flota vehicular con autobuses ecológicos en algunos corredores de la ciudad.

Sin embargo, no sólo se trata de construir y mejorar las vialidades de la ciudad, se trata de que nosotros como ciudadanos nos comprometamos con el uso de estos sistemas de transporte. Además de los beneficios en cuestión de calidad de vida y salud física que conllevan, el uso de estos sistemas de transporte colectivo o no motorizados puede representar para nosotros grandes ahorros económicos.